Características de las ardillas
Ardillas
Las ardillas en general forman una familia que se llama Sciuridae. Una de las características de las ardillas es su cola, esta es esponjosa y con muchos pelos, pudiendo llegar a medir según el tipo y la especie de la que hablemos, más de 25 centímetros de largo. Las colas de estos animales también es una de las características que deben entrar en la descripción de las ardillas, puesto que es otro de sus elementos clave. Esta le sirve no solo para estabilizarse mientras se mueve, sino también le ayuda a nadar mejor o incluso a controlar el rumbo de un salto que dé de un árbol a otro.
Las ardillas en general forman una familia que se llama Sciuridae. Una de las características de las ardillas es su cola, esta es esponjosa y con muchos pelos, pudiendo llegar a medir según el tipo y la especie de la que hablemos, más de 25 centímetros de largo. Las colas de estos animales también es una de las características que deben entrar en la descripción de las ardillas, puesto que es otro de sus elementos clave. Esta le sirve no solo para estabilizarse mientras se mueve, sino también le ayuda a nadar mejor o incluso a controlar el rumbo de un salto que dé de un árbol a otro.
El cuerpo de estos roedores tiene un tamaño medio de 30 cm, siendo animales delgados, y con mucha habilidad.
El color el pelo es rojo o cobrizo, llegando algunas a mezclarse con
tonalidades de marrón. Las orejas son puntiagudas y en ocasiones puede
llegar a surgirle de estas puntas algunos pelillos. Sus patas
posteriores son muy fuertes, que le ayudan a saltar a los arboles cuando
se encuentra en el suelo recolectando frutos caídos o semillas. Al
igual que todos los roedores tienen unos incisivos de mayor tamaño que
utilizan para roer. Estos animales necesitan estar constantemente
mordisqueando ya que sus dientes nunca paran de crecer, pudiendo
ocasionarle problemas graves tanto de respiración como también de
alimentación, puesto que no pueden masticar bien el alimento.
Al
igual que muchos roedores, puede apoyarse sobre las dos patas traseras
para mientras manipular cualquier objeto o alimento con las delanteras,
como es el caso cuando comen. Sus extremidades terminan
en uñas lo suficientemente afiladas como para poder sujetarse a los
arboles fácilmente y escalarlos hasta su hogar. También son grandes
nadadoras, pudiendo cruzar muy rápido un río con el fin de encontrar
alimento al otro lado. Otras, como la ardilla voladora tiene la capacidad de planear de un árbol a otro.
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